"..No resultará la paz de esa visión zoológica de la vida que propicia un orden social en base a premios y castigos trasladando la domesticación animal al honorable ciudadano que comienza a entrenarse en la desconfianza,la delación y el mercadeo de sus afectos.
"Algo hay que hacer" se escucha en todas partes. Pues bien, yo diré que hay que hacer, pero de nada valdrá decirlo porque nadie lo escuchará.
"Yo digo que en el orden internacional, todos los que están invadiendo territorios deberían retirarse de inmediato y acatar las resoluciones y recomendaciones de las Naciones Unidas.
"Digo que en el orden interno de las naciones se debería trabajar por hacer funcionar la ley y la justicia por imperfectas que sean, antes que endurecer leyes y disposiciones represivas que caerán en las mismas manos de los que entorpecen la ley y la justicia.
"Digo que en el orden doméstico la gente debería cumplir lo que predica saliendo de su retórica hipócrita que envenena a las nuevas generaciones.
Digo que en el ordenpersonal cada uno debería esforzarse por lograr que coincidiera lo que se piensa con lo que se siente y lo que se hace, modelando una vida coherente y escapando a la contradicción que genera violencia..."
Silo, Punta de Vacas, mayo de 2004.
Abogada, ex-legisladora porteña por el Partido Humanista, promotora de espacios sociales, políticos y culturales para el desarrollo de una cultura de la no-violencia a nivel nacional e internacional. Presidió la Regional Latinoamericana de Partidos Humanistas. Integró los consejos nacionales y de la ciudad de Buenos Aires del PH y representó como candidata al PH en distintos niveles. Actualmente es la Directora General de Relaciones Institucionales del Senado de la Nación. Prensa 15-6224-7611
jueves, 22 de enero de 2015
miércoles, 21 de enero de 2015
Hagámosle vacío a la violencia
¡Cuánta oscuridad!
Estamos como atrapados en una telaraña que no podemos romper, a riesgo de nuestra propia vida.
Todo suma a la
confusión, a la desorientación, la manipulación todo lo puede.
Hoy compiten en
igualdad de condiciones la mentira y la verdad, y entonces… todo da igual, nadie cree en nadie y crece el abismo entre
los seres humanos…
Mientras tanto los
violentos incitan a la violencia, sacan rédito de ella, la justifican, la
ejercen directamente o usan a otros como instrumento de su intención.
Medran con la vida
y con la muerte, con el enfrentamiento y la división.
Envenenan las
vísceras y la conciencia.
Todas las
diferencias se pueden encontrar en algún punto. La única línea divisoria
insalvable es entre Humanismo y Antihumanismo.
No es “normal” ni “natural”
responder a la violencia con violencia como se ha escuchado en los últimos
tiempos por parte de algún líder religioso.
Responder a la
violencia con violencia es, además de ineficaz, abrir la puerta a nuevas
violencias en una espiral creciente y sin salida.
Hagámosle vacío a la violencia de todos los signos: a la injusticia, a la desigualdad, a la hipocresía, a la necedad, a la
mentira, a la difamación, al maltrato, al atropello, al autoritarismo.
Cada uno podrá
encontrar su camino, lo único seguro es que no es desde la violencia.
Cada uno elige su
camino, ¿vos cuál elegís?
Quien se hace eco
de una canallada se convierte en un canalla. No les hagas el juego, no te dejes
envenenar ni envenenes a tus hijos.
Otra escala de
valores es posible: ¡construyámosla!
Cultivemos la No
violencia.
Encontrémonos en la
No violencia, construyamos referencias no violentas en cada uno de nosotros.
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