El pasado 19 de diciembre organizamos en el Senado un acto de homenaje a Mandela que contó con la presencia de las asociaciones Mamá Africa, Casa de Africa en Argentina, la Federación Argentina de Colectividades, y el Secretario Administrativo del Senado, Juan Zavaleta.
Gracias a la gente de Mamá África y siguiendo con la mejor tradición de las gentes de ese continente milenario, hubo canto y baile para recordar y rendir homenaje a la partida de un hombre bueno. Recordarlo en su invalorable aporte a la construcción de la futura Nación Humana Universal, porque demostró que la paz es posible, que la reconciliación es el camino.
Como Humanista encuentro esta una oportunidad para reivindicar el valor de la lucha no violenta, de la que Nelson Mandela fuera un defensor a ultranza.
Hablamos de No violencia activa, de no violencia como metodología de lucha y como estilo de vida, que es mucho más que el simple rechazo a la violencia
Se necesita un alma grande para reconocer la fuerza de la acción no violenta. Se necesita una particular sensibilidad que permita captar una señal que viene del futuro, ahí es donde radica la fuerza que posibilita llevar adelante una conducta no violenta, en un medio violento.
Las profundas transformaciones sociales y políticas producidas por Ghandi, Luther King y Mandela, líderes de la lucha no violenta, no han sido resultado de cálculo político, han sido básicamente resultado de una espiritualidad y grandeza humana, capaz de saltar por encima de las arbitrariedades, las injusticias, y las mezquindades, superando el resentimiento y la venganza y promoviendo la reconciliación para la paz y la unidad.
Me parece reconocer en las acciones de estos grandes líderes, la esencialidad del mensaje SILO, un Humanista de nuestro tiempo, que pone justamente en la reconciliación la llave para la transformación profunda de la vida.
Así decía en las Jornadas de Inspiración Espiritual en Punta de Vacas en mayo de 2007:
"Cuando llegamos a comprender que en nuestro interior no habita un enemigo sino un ser lleno de esperanzas y fracasos, un ser en el que vemos en corta sucesión de imágenes, momentos hermosos de plenitud y momentos de frustración y resentimiento.
Cuando llegamos a comprender que nuestro enemigo es un ser que también vivió con esperanzas y fracasos, un ser en el que hubo hermosos momentos de plenitud y momentos de frustración y resentimiento, estaremos poniendo una mirada humanizadora sobre la piel de la monstruosidad.
Ese camino hacia la reconciliación no surge espontáneamente, del mismo modo que no surge espontáneamente el camino hacia la no violencia. Porque ambos requieren de una gran comprensión y dela formación de una repugnancia física por la violencia”.
Por ello, creo que forjar una convicción que permita resistir la propia violencia y la que otros ejercen sobre uno, es también descubrir un sentido que va más allá de la coyuntura de época.
Reconocer en la no violencia la única fuerza verdaderamente transformadora, y obrar en consecuencia. Y transmitir esos valores a todo un pueblo posibilita transformar el resentimiento en reconciliación y con ello abrir el camino hacia la libertad.
Nelson Mandela, ha partido , las acciones desplegadas en vida seguirán guiando a la gente buena que aspira a un mundo verdaderamente humano, al que seguramente llegaremos guiados por estas almas grandes que nos siguen acompañando desde otro tiempo y otro espacio.
Les dejo un video de homenaje que preparamos para la ocasión y algunas fotos del evento.